domingo, 22 de diciembre de 2013

El ciclo de la purpurina


Por encima de las nubes sólo percibe oscuridad, aunque sabe que hay estrellas en el cielo. En la distancia, algunos rayos atraviesan veloces el horizonte, y entonces, su fulgor efímero le permite distinguir el destino que le aguarda. Se mueve inquieto. Avanza y retrocede. Duda. Se asoma al vacío y un miedo asolador le estremece. Es un salto ineludible, y al fin, se impulsa y cae. Su frágil cuerpo es zarandeado por el viento mientras las luces de la ciudad se hacen más y más cercanas. Ya son nítidas. Adornos navideños colocados sobre techos de viviendas, en espacios públicos o en los árboles del parque. Se prepara para el impacto, y con él, su último recuerdo de calidez antes de desvanecerse en la eternidad. Entonces, asciende de nuevo.

Martín disfruta feliz con su recién estrenado juguete. Desconoce que un amigo invisible se lo entregó a papá hace apenas unos días a cambio de una sonrisa. Tampoco le importaría. Corre por toda la casa agitando su bola de nieve de cristal. Brinca arriba y abajo, incansable. Cuando para, se sienta, gira la cabeza y mira absorto los pequeños copos que caen sobre las casitas en miniatura. Llama a su padre para enseñarle el mejor regalo de la Navidad. Éste se acerca, y ríe al ver a Martín entusiasmado. Se agacha a su lado lentamente y observan juntos el pueblecito nevado, embelesados.

El asustado copo de nieve regala felicidad en las manos del niño que le acogió con júbilo.

5 comentarios:

  1. Disfrutemos de la Navidad como niños, con la sonrisa puesta y vestidos de ilusión.
    Precioso, José Ignacio.
    Y la foto, también.
    Patricia

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  2. Encantador relato acorde para estas fechas.
    (He tenido que abrirme una cuenta en Google para poder comentar aquí porque no da más opción. Ahora estoy en Wordpress y me encantaría hacerlo desde allí)

    Feliz Navidad. ¡Beso!
    Beatriz Carilla Egido

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  3. Patricia, Beatriz, muchísimas gracias por vuestros comentarios y ¡Feliz Navidad!
    Espero que paséis muy buenos días. Besos.

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  4. Gracias por tener en cuenta mi sugerencia para poder comentar desde más sitios.
    Feliz Año lleno de letras. ¿Nos conoceremos este año? Beso!

    Bea C.E

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  5. El mimo con que utilizas el lenguaje va más allá del propio texto, ya de por sí sugerente.
    Una gozada leerte, compañero

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