domingo, 7 de abril de 2013

Acompañar

De vuelta tras unas semanas de ausencia. Durante este tiempo se concretó la colaboración con la Cofradía del Santo Sepulcro de Monzón (Huesca), para un relato breve en su revista anual de Semana Santa. Desgraciadamente, la lluvia obligó a suspender la procesión del Santo Entierro, como en tantos otros lugares, pero la concatedral de Santa María se llenó de cofrades dispuestos a procesionar. El relato que os transcribo, titulado Acompañar estaba escrito con un mes de antelación...


El sol había caído. La luna enfriaba las calles. Pequeñas gotas de agua rompían contra los muros del castillo empujadas por el viento. La noche era oscura y silenciosa, a la espera de un redoble que rasgase aquel vacío. Él había muerto por nosotros para regalarnos la vida. Abrió el armario y se vistió con un jersey grueso. Tomó el hábito y el capirote. Un cofrade no permitiría que Jesús hiciese el camino del Sepulcro en soledad.

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