lunes, 29 de abril de 2013

A propósito de la respuesta

Si sólo desease clavarme entre tus piernas
inspirar profundamente y exhalar en ti
vacío,
si sólo fueran tus pezones el campo de batalla
mis labios besarían la derrota.
A modo de réquiem.
Yace un aliento exhausto en la sima de una boca
olvidado en el páramo de aquel vientre de montura
perdido
en el atlas deshojado del recuerdo que pudo ser.
Pero el abrazo es una certeza absoluta
la memoria plena de un cuaderno de bitácora,
es real y vivo
la cálida existencia entre los renglones de tu cuerpo.
Sencillamente, es.
Y esa voluptuosidad al despertar
como una discreta aurora sobre la mar en calma,
una lúcida ensoñación que pretendo cotidiana
creciente
como la búsqueda insaciable de las manos que se aman.



miércoles, 17 de abril de 2013

Interpretando un ciclo

Es el título del poema que cierra "La suma inverosímil". Esta noche, dejo aquí sus versos:


No es un diario y sin embargo,
la memoria tatúa los renglones de esta agenda.
Las tipografías migratorias se atropellan casualmente
ociosas en el tedio,
en este tiempo recobrado entre quincenas
renacido,
rumiando insípidas ideas estivales
eructadas cada temporada hasta el hartazgo.
La lágrima incesante no termina de nacer
y su reflejo,
observado con la atención de la indolencia
dibuja las mismas penas, inquietudes o ambiciones.
Aburre
y he aquí la clave para castrar el verso.

sábado, 13 de abril de 2013

Cavea Cultural

Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Por este motivo no me alargaré más de la cuenta. Esta semana se ha concretado la colaboración con la revista cultural digital Cavea Cultural www.caveacultural.com, publicando en ella uno de los poemas que ya habéis podido leer en el blog: Tras el andén escaleno.

En cualquier caso, comparto el enlace y os sugiero una visita a la revista.

Cavea Cultural

Cavea Cultural - Tras el andén escaleno


domingo, 7 de abril de 2013

Acompañar

De vuelta tras unas semanas de ausencia. Durante este tiempo se concretó la colaboración con la Cofradía del Santo Sepulcro de Monzón (Huesca), para un relato breve en su revista anual de Semana Santa. Desgraciadamente, la lluvia obligó a suspender la procesión del Santo Entierro, como en tantos otros lugares, pero la concatedral de Santa María se llenó de cofrades dispuestos a procesionar. El relato que os transcribo, titulado Acompañar estaba escrito con un mes de antelación...


El sol había caído. La luna enfriaba las calles. Pequeñas gotas de agua rompían contra los muros del castillo empujadas por el viento. La noche era oscura y silenciosa, a la espera de un redoble que rasgase aquel vacío. Él había muerto por nosotros para regalarnos la vida. Abrió el armario y se vistió con un jersey grueso. Tomó el hábito y el capirote. Un cofrade no permitiría que Jesús hiciese el camino del Sepulcro en soledad.