Inopinado amor de feria

Festividad de San Valero. Patrón de Zaragoza. Todavía no tengo clara la asociación que he hecho, pero me ha parecido buena idea compartir un poema escrito en unas pasadas Fiestas del Pilar. Espero que os guste.

Inopinado amor de feria

I

Te sorprendí cautiva,
te sorprendí desnuda
siendo
apenas un fugaz capricho de mi alma.

II

Ansiedad dibujando mi piel.
Agua mansa
delirante
avivando la predilecta llama dorsal.
Es fuego súbito
y es vaho,
es hálito y génesis.
Una zancada aquí. Allí. Dónde.
Y se suceden los alcorques, las techumbres, los destellos
rojo eléctrico, verde aguamarina
verde turbio al fin, bajo la luna
luminarias compás y cierzo
arrastrando a mi recreo los sentidos.

III

Bocado de incandescencia
pronto.
¿Soñaste alguna vez tu libertad?
Vencido el óxido
galopando tus ojos en el horizonte
tras aquella onírica celda de cristal.

IV

Una moneda entre mis dedos el precio de tu tez.
Diálogo de silencios
y placebo.
El deseo sobre tus mórbidas mejillas
y tú a mi lado, inaccesible
tú distante, inanimada
soledad de terciopelo
eres
soy
el triste guiñapo de un ideal abatido,
una infeliz figurita de arena.

Un nuevo adiós

Es el título del poema que compartimos hoy. Está incluido en el poemario La suma inverosímil, y a pesar de su brevedad, le tengo un especial cariño. Espero que tenga una buena acogida.


Un nuevo adiós

Quise escuchar el silencio
y detenerme
apenas un movimiento de saeta
y echar la vista atrás sin cobardía.

Soñé desandar el camino
e hilvanar las ideas ya caducas
amarillas
mas no encontré ninguna.

Quise hacerme preguntas
y entonces llegó la vida.

Fuga

De nuevo aquí. Parece que la experiencia nos obliga a realizar una publicación semanal. No era la periodicidad prevista, pero quizá sí sea la adecuada. Hoy he rescatado otro relato de entre mis viejas carpetas, ya que la revisión de "El recuerdo imaginado" ha tenido una buena acogida.

El que os presento en esta entrada se tituló "Fuga", y creo que puede mantener el mismo nombre. Espero que lo disfrutéis.

 ¿Qué como? Ayer fue un “british bacon”. No estuvo mal. A ver, no quiero otro bocadillo, ¿tapas?, ¿dónde? No, mejor un menú. Joder, tampoco me apetece. Una ración. Sí, una buena ración en “La Fábrica”. Cerrar, cerrar, guardar, salir. Hasta mañana. Por fin puntual. Ya, las dos y cuarto. Voy a tener tiempo de descansar antes del curso. Coño, se dan las gracias cuando te sujetan la puerta. Hoy han sido siete. No, ocho con la carretilla. Hace buen día. ¿Cómo te atreves a salir de casa? El so cool. Qué cabrón, debería arrancarte el retrovisor. Es un paso de peatones, hijo de puta. Aparta la cabeza. Ya veo. No está mal la carta. A dentro. ¿Para comer? Perfecto. De maniquí ante los excelsos viandantes. Ja. Patatas fritas, coca-cola y bocadillo de lomo, jamón y pimientos. Nunca lo había visto tan lleno. Obvio. Nunca había comido aquí. Cuántos solitarios. Vaya cuarteto de gilipollas. Los niñatos lo llevan escrito en la cara. Me mola el tuning tío. Qué imbécil. Las patatas están cojonudas. Debería darme estos caprichos más a menudo. Atractiva. Te mordería los labios. Suavemente. Me encanta ese aire intelectual, esas gafitas, leyendo mientras come. Lástima el menú. Una ensalada de pollo con esa mierda de salsa. ¿Rosa? ¿Tártara? No me jodas. La puta zona cinco. Otra vez. Furgoneta zona cinco. ¿En qué estás pensando? Si tuviese un par de huevos me sentaría con ella. Perdona, ¿te importa que coma contigo? ¿A qué te dedicas? ¿Qué haces esta noche? Puedo ofrecerte un seguro de salud buenísimo. En el clavo. La chapata muy tierna. Lomo jugoso. Me gusta. Apuramos el vaso y a por la siesta. Joder, tendría que haberla pedido sin hielo. ¿Hay cola? Míralos, qué panda de soplapollas. Parezco un perdedor más. A cascarla. Desalojo, yo no estoy solo. Esa niña, creo que estudié con ella. Y su amiga. En fin. Ocho euros. Que lo pague la empresa. O el capullo de la formación. Adiós. ¿Qué tal? Deprisa. ¿Qué quieres decirme? Suéltalo ya.

 - No sabía si... Carlos ha muerto.

 Silencio y vacuidad. O estupor. El despertar de la conciencia.

Micro 1

Ya ha llegado el momento de publicar el primer relato, o micro, que quizá sea más adecuado. Es la revisión de "El recuerdo imaginado", escrito hace un par de años. Aquí os lo dejo:

Ayer visité la página del balneario. Esa que empieza por www, en la que me pierdo a golpe de ratón, como si fuese un analfabeto tecnológico. Como en tantas ocasiones, no pude vencer la ensoñación de pasear a tu lado con esos albornoces desajustados, de verte nadar con tu biquini azul, relajada, sonriendo, sumergida en las aguas termales que me reflejan buscándote con la mirada; cómplices en nuestro oasis compartido.

Y busco las tarifas, y la reserva telefónica, porque merecemos disfrutar de un fin de semana del que nunca te he hablado. Es tu regalo de cumpleaños, repleto de ese romanticismo que te encanta, algo forzado.

- Recepción, ¿en qué puedo ayudarle?

Silencio. 

A veces no recuerdo que ya hace cinco años que me dijiste adiós.

Colaboración

Recientemente nos pidió colaboración www.otromatiz.com para terminar de redondear la presentación de unos regalos de reyes con unas rimas sencillas. No todos los versos tienen que ser trascendentes...


Aquí tenemos el resultado, una gran mezcla de creatividades:


Hubo una vez un gorrito triste y solo
huerfanito el pobre,

pero llegó Otromatiz con sus agujas de oro

y resolvió el entuerto: he aquí el broche.

Orejas puntiagudas, bigotes delgaditos

con ojos saltones y pelajes muy vistosos.

Otromatiz te regala estos felinos:

Miau, miau. ¡Son todos muy graciosos!

Otromatiz te quiere y te alimenta
en Reyes cambia el carbón por una piruleta.

De estreno

En este caso de nuevo blog, que como bien se indica en el encabezamiento, se trata de un espacio para mi álter ego.

¿Por qué ahora? ¿Por qué otra suma inverosímil? Supongo que este otro yo se ha hecho mayor y necesita más libertad de la que había tenido hasta el momento. La publicación en formato epub de La suma inverosímil gracias a literaturame.net ha supuesto un paso más en su desarrollo, y no quiere esperar años para dar rienda suelta a esas ideas que de vez en cuando le persiguen, le atormentan, le entusiasman o le hacen feliz.

Es sencillo. Ahora falta lo importante, que sea capaz de dotar de contenido a este fantástico escaparate.